Cuando trato de inspirarme,
te veo a ti,
que al relajarme
recorres mi existir.
Me alegro y entristezco en tu nombre,
el gran continente,
el que nunca nadie ha pisado
por que ante ti, cae el más fiero hombre.
Tu que purificas con tu bondad;
arenas y rocas,
hombres y mujeres.
delfines que juegan en libertad.
Tu gran majestuoso ambulante,
que azul, verde y celeste.
cambias con el arte
del rey deslumbrante.
Tú que enseñas a amar,
a dar vida en tus prfundidades,
tú y tus bondades
por que tu: eres el mar
Escrito por Roberto marechal, 1 medio.
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