Una vez un fantasma muy lindo con su color blanco se tomó un jugo azul. Y a la mañana siguiente amaneció azul, pero no se había dado cuenya, hasta que se miró al espejo y gritó ahhhh!!!!!! y corrió a contarle a su mamá y ella le dijo - ¿Que te pasó? y el le dijo- ¡nosé! y la mamá le dijo al fantasma-¡ anda a acostarte ahora mismo!, - pero si no me duele nada respondio el fantasma- pero igual se tuvo que ir a la cama y recordó que el dia anterior se había tomado el jugo azul y le dijo a su mamá y ella se tranquilizó y en un par de horas volvió a su hermoso color blanco transparente.
Cuento escrito por Catalina Tapia, 4º básico
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