Erase una vez un rey y una reina, y la reina estaba esperando un hijo, y tuvo un bebé es sus brazos, pero no era un niño, si no una niña. Los sirvientes fueron inmediatamente al pueblo de Fidales, y se demoraron mucho para llegar al pueblesillo. Y cuando todos llegaron al castillo fueron a ver a la pequeña y se dieron cuenta que la bebé sonreía. Todo el mundo empezó a sonreir, gritando y exclamando: ¡Esta es una verdadera princesa! y alguien preguntó ¿Y cómo se va a llamar? y el rey y la reina respondieron: la llamaremos Felin.
Cuento escrito por Camill Hausdorf, 3 básico
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